Cuando se pensaba en otra victoria histórica frente a Brasil, la polémica arbitral y la desconcentración del conjunto colombiano en el cierre del partido no permitió que así lo fuera.
El combinado colombiano disputó su último partido en la primera fase del certamen. Allí tenían la esperanza de dar un golpe de autoridad luego de los recientes resultados irregulares.
El partido comenzó con una notable intensidad. A los siete minutos, luego de un robo de balón de Wilmar Barrios, una secuencia de más de 10 toques y el centro preciso de Juan Guillermo Cuadrado desde la derecha, apareció Luis Díaz y remató de tijera de forma notable en el segundo palo, marcando el primer gol del partido e ilusionando a una afición expectante.
Poco a poco, la cancha se inclinó para el conjunto brasileño. Empezaron a sobresalir las figuras de Barrios, la solidez de los laterales en las bandas, un Cuadrado sacrificado por bajar a campo propio a robar la pelota. Cuando la victoria empezaba a celebrarse, ocurrió la polémica.
Salía Brasil con la pelota, cuando pega sobre el árbitro Nestor Pitana; posteriormente le queda la pelota a un jugador del mismo equipo y de inmediato sigue la jugada; después parte un centro al área y Roberto Firmino anota el empate sobre el minuto 77. El VAR revisa la jugada y concede gol legal a favor de los anfitriones, ante el acalorado reclamo de los jugadores.
Colombia se desorientó en la zona defensiva después del gol, y en el último minuto del partido Neymar cobra un tiro de esquina; el 10 brasileño tira el centro y Casemiro remata de cabeza para liquidar el partido, lográndolo sin impedimento alguno en el área y sentenciando la victoria para Brasil.
Es dura la derrota para Colombia, que cierra su presentación en fase de grupos con 4 puntos y una diferencia de gol de -1, afrontando probabilidades de quedar afuera en la primera fase de la Copa.
