Un gol de Lucas Paquetá selló la victoria para los locales, en medio de un correcto primer tiempo y una segunda mitad desdibujada para el ‘tricolor’
El seleccionado brasileño obtuvo un merecido triunfo en São Paulo frente a los dirigidos por Reinaldo Rueda, quienes jugaron un flojísimo segundo tiempo y perdieron el norte del partido para llevarse al menos un punto.
En el papel se veía que era uno de los partidos perdibles para Colombia, pero todavía se siembran muchas dudas de los argumentos ofensivos que tiene el equipo.
Durante el primer tiempo, el equipo mostró una propuesta táctica interesante. La mitad de la cancha, que integraba a Wilmar Barrios, Jefferson Lerma y Yairo Moreno, logró neutralizar circuitos ofensivos de los brasileños. En dicha zona se robó la pelota y se generaron varias ocasiones de gol por el juego directo; sin embargo, es evidente la falta de contundencia.
Brasil no se despeinó. Tuvo sus ocasiones, pero se resaltaba su paciencia para esperar. Un detalle muy negativo radicó en el arbitraje, dado que el chileno Roberto Tobar le perdonó la expulsión a Neymar y no amonestó a jugadores de Brasil cuando debía.
Para la segunda mitad, Tite replanteó al equipo con el ingreso de Vinicius Junior, esto con el fin de arriesgar más; por su parte, Reinaldo Rueda sorprendió al retirar a Luis Díaz, principal carta ofensiva de hoy, para el ingreso de Roger Martínez.
El replanteo del estratega brasileño derivó en una superioridad clara de Brasil; lo acercó más a Paquetá con los atacantes e hicieron estragos.
Al minuto 72, Brasil aprovechó una pasividad defensiva de Colombia. Se ganó un balón en la mitad de la cancha en los aires; posterior a ello, la tomó Neymar y metió un pase sensacional para Lucas Paquetá, quien aprovechó el descuido y definió con jerarquía.
Con la anotación del jugador del Olympique de Lyon, se finiquitó la victoria para los locales. Colombia tendrá un camino muy complejo para clasificarse a Qatar, por lo que deberá ganar los próximos partidos sin margen de error y mejorar su nivel futbolístico.
Era un partido perdible, pero Colombia en el segundo tiempo dejó mucho que desear.