Desde la Secretaría de Salud de Risaralda se confirmó la próxima implementación de la estrategia, en la que más de 80.000 personas estarían beneficiadas
Javier Darío Marulanda, jefe de la cartera de salud en el departamento, afirmó que se está trabajando en un sistema de atención para personas que hayan padecido la COVID-19.
La determinación se toma luego de la aparición de secuelas que podrían generar problemas en los órganos de las personas contagiadas.
«El primer sistema que se ve afectado es el respiratorio, entonces estamos montando un programa que el Gobernador Victor Manuel Tamayo quiere liderar», afirmó Marulanda.
A raíz de lo anterior, se contempla la realización de chequeos en espirometría y en esfuerzos respiratorios a los pacientes con secuelas; asimismo, se evaluará quiénes necesitan exámenes complementarios o tratamientos.
Frente a dichas pruebas, se buscará estimar cuál fue el impacto a nivel respiratorio y cuáles son las secuelas que pueden afectar al ciudadano.
Más de 80.000 personas podrían acceder de forma voluntaria a las evaluaciones. «Si logramos identificar una enfermedad crónica, se debe hacer un pacto con las EPS para que garanticen los procedimientos», señaló el secretario de Salud del departamento.
Sumándole a los problemas respiratorios, también podrían presentarse inconvenientes en el riñón y a nivel neurológico.