El ministro de Salud, Fernando Ruiz, de visita en este departamento, se reunió con los representantes de las EPS y aprovechó el encuentro para pedir que se aumente el número de pruebas para COVID-19 que se practican en Quindío.
Según manifiesta el ministro, es bueno que el departamento tenga una tasa de contagio baja, pero advierte que las proyecciones indican un incremento en próximos meses. “Eso es una buena noticia porque hay un trabajo consistente y entendemos que existe una disciplina social de parte de la comunidad. Sin embargo, sabemos que en algún momento va haber un crecimiento de curva, de acuerdo a los modelos del INS”, sostuvo.
Actualmente en Quindío se realizan alrededor de 60 pruebas diarias, una cifra muy por debajo de la media nacional, donde el promedio más bajo ronda las 500 pruebas por día, por lo que aseguró que “al no tener el número suficiente de pruebas no podemos saber en qué momento exacto de la curva nos encontramos y la eventualidad de un disparo temprano puede ser una eventualidad importante”
Frente a esa inquietud, el ministro comprometió en una reunión con el gobernador Roberto Jairo Jaramillo, a la administración departamental y a las EPS, para que el reto sea llegar a las 500 pruebas diarias con el apoyo del Gobierno Nacional. “Esto implica que las EPS empiecen a trabajar de manera integrada y que de manera coordinada tengan la capacidad de llegar a un lugar cualquiera y teniendo identificado un caso positivo, apliquen las pruebas de los demás miembros del hogar independiente de si son afiliados a esa EPS”, solicitó Ruiz, añadiendo que esto ya se viene haciendo en Cartagena, Barranquilla, Sincelejo y Leticia exitosamente