La emergencia a la que tuvo que enfrentarse el departamento llegó de manera abrupta. Y en el camino han tenido que irse ajustando todos los detalles necesarios para hacerle frente a los estragos que ha traído el COVID-19.
Hace 15 días Risaralda declaró Alerta Naranja hospitalaria, porque el número de pacientes contagiados crecía y la capacidad de camas UCI disponibles se redujo.
Esa situación apremiante llevó a las autoridades de salud a tomar decisiones que eran inaplazables. Gestionar con el gobierno nacional la llegada de los ventiladores mecánicos para robustecer la capacidad de atención y trabajar de manera coordinada con las clínicas particulares de Pereira y los hospitales públicos, para redistribuir los servicios de cuidados intensivos para pacientes covid.
Según informó el secretario de salud de Risaralda, Javier Darío Marulanda, en diálogo con Noticias UNOA, hoy el departamento tiene 150 camas en unidades de cuidados intensivos (UCI) con lo que incrementó en 50 % la capacidad hospitalaria para atender la pandemia y con lo que además se ha evitado una declaratoria de Alerta Roja.
ESPACIO COMERCIAL