El cuerpo técnico del Atlético Bucaramanga regresó a su vieja casa. Entre aplausos y reconocimientos de la afición, se vivió un momento muy emotivo

Todos ya conocemos el resultado del partido, pero más allá del mismo se presentó un instante muy afectivo para todos, mientras que los dos conjuntos alistaban detalles para el encuentro.

Tanto Bucaramanga como el Deportivo Pereira salieron a calentar 40 minutos antes del partido. Apenas la afición vio salir al cuerpo técnico de los visitantes, llovieron aplausos en el Hernán Ramírez Villegas. «¡Olé, olé, olé, oléeee, Craviotto, Craviotto!», coreaba la fanaticada.

Craviotto y Pablo Bidde, su asistente técnico, son muy recordados en la ciudad. Dicha mesa de trabajo logró el ascenso ‘matecaña’ luego de ocho años en segunda división. Había tomado el mando luego de años difíciles para la institución, cuyos hinchas pedían a gritos que los tiempos buenos vinieran por fin.

El cuerpo técnico construyó los cimientos para palpitar el presente del equipo, que había logrado el primer título de su historia bajo el mando del argentino; llenó de confianza a sus jugadores para ser campeones del Torneo de Segunda División.

En ese equipo de trabajo, estaba Alexis Márquez, un aprendiz en ese instante. Le habían preguntado previamente al entrenador ‘matecaña’ sobre su principal referente en el banquillo; él, sin pensarlo dos veces, dijo que Craviotto era el hombre.

Durante el liderato de Néstor Craviotto en la parte técnica, Márquez era el preparador de arqueros. Luego ya conocemos la historia, Márquez tomó el mando en situaciones muy adversas para el equipo, pero lo encaminó para superar las adversidades.

Bidde, muy efusivo como siempre, aplaudió fuertemente a la tribuna que lo ovacionaba; Craviotto nunca ha sido tan expresivo, pero también le entró una nostalgia tremenda al llegar al campo de juego. Era muy raro verlos dirigiendo un banquillo diferente al del Pereira.

Llegó Márquez a saludarlos. Los hinchas vivieron un momento hermoso, cuando los dos entrenadores se abrazaron fuertemente, como hermanos o viejos amigos. El aprendiz, ya consagrado, volvió a ver a su maestro.

Alexis hizo lo propio con Bidde, un gran amigo suyo. Dialogaron durante un par de minutos hablando de sus vidas, sobre qué ha pasado desde que Craviotto dejó la dirección técnica de los ‘matecañas’.

La hinchada recordará por mucho tiempo al cuerpo técnico de los argentinos, quienes revivieron la llama del triunfo y la esperanza ‘aurirroja’. El partido terminó en tablas, pero queda allí la linda anécdota previa a un compromiso especial en sus vidas.

Fotos: DIMAYOR

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