El combinado brasileño logró vencer en tierras pereiranas al América de Cali, que se estrenó con la llegada de Juan Carlos Osorio al banquillo escarlata.
En los octavos de final y en su partido de ida, Atlético Paranaense logró dar su primer golpe al ser más certero en las oportunidades de gol y de aprovechar la jugada de penal que concedió el VAR, al decretar una mano dentro del área de Rodrigo Ureña.
En los primeros tramos del partido, América fue el que tomó las riendas. Con presión, intensidad en el toque y la verticalidad, intentaban al menos inquietar la portería defendida por Bento, el portero visitante.
Sin embargo, solo pudieron generar dos oportunidades claras de gol; al minuto 3, tras un cabezazo de Adrián Ramos que pasa cerca del palo izquierdo tras un buen centro desde la izquierda de Héctor Quiñones; y al cierre del primer tiempo, Carlos Cortés lanzó otro golpe de cabeza a quemarropa que atajó felinamente el arquero Bento.
En términos generales, protagonizó el partido el visitante. Con jugadores como David Terans en la punta de ataque, los enganches desde la banda al centro de Vitinho y las intervenciones en ataque de Richard al pasar el campo, fueron interesantes durante la primera mitad.
En el segundo tiempo, llegarían jugadas determinantes para el triunfo. Apenas sobre el inicio del primer tiempo, David Terans marcaba el primer gol del partido, que sería anulado posteriormente tras un contacto con la mano en el inicio de la jugada.
Al minuto 70, el árbitro marca penal para Atlético Paranaense luego de una mano de Ureña, abriendo el brazo dentro del área luego de un tiro de esquina. El disparo desde los doce pasos sería bien aprovechado por Nikão, que decreta el único tanto del partido.
De esta forma, termina cerrando mejor el partido el Atlético Paranaense tras aprovechar la confusión y los espacios libres para las incursiones en ataque. El próximo martes será el partido de vuelta en el Estadio Arena do Baixada, que se disputará en tierras brasileñas.