Un nuevo deslizamiento de tierra en Chinchiná, Caldas, dejó siete viviendas afectadas, de las cuales cuatro fueron completamente destruidas. La emergencia dejó al menos cuatro familias damnificadas y obligó a las autoridades a ampliar la zona de evacuación para prevenir mayores riesgos.
El evento ocurrió pocos días después de que, el 2 de junio, se reportara un desprendimiento de tierra que amenazó los barrios San Carlos, Funvascar y Juan Pablo II. Aunque entonces no hubo daños materiales, el riesgo se mantenía latente. Este segundo deslizamiento terminó por impactar directamente a la comunidad.

“Tenemos un evento de gran magnitud que afecta a varias familias y nos obliga a actuar con prontitud”, indicó Juan Diego López, coordinador de Gestión del Riesgo de Chinchiná. Por su parte, el alcalde Carlos Alberto Riveros confirmó que se han reforzado las acciones de monitoreo y atención: “Estamos desplegando esfuerzos junto con el Ejército y la Policía Nacional para proteger a la población”.
Además, la Alcaldía anunció que solicitará apoyo a la Gobernación de Caldas para coordinar la evacuación de las familias afectadas y atender la emergencia de forma integral.
Tres viviendas más continúan en riesgo de colapso, mientras se evalúan los daños y se busca reubicar de manera segura a las personas afectadas.