Las intensas lluvias de los últimos días han provocado un aumento significativo en el nivel del río Magdalena, que ha alcanzado los 4.85 metros, generando preocupación entre las autoridades y las comunidades ribereñas. Ante este panorama, se ha declarado la alerta amarilla en La Dorada, mientras organismos de emergencia refuerzan la vigilancia para evitar posibles desbordamientos y afectaciones en la zona.
Para mitigar el riesgo de inundaciones, se han activado alertas tempranas y estrategias de prevención en los municipios cercanos, con el fin de salvaguardar la vida y los bienes de los habitantes.
Además, se mantiene una estricta supervisión sobre dos embalses clave en la regulación del caudal del río Magdalena: Betania, que actualmente alcanza un 87.69% de su capacidad, y El Quimbo, con un 62.51%. Ambos juegan un papel fundamental en el comportamiento del afluente y, de llegar a su límite, podrían contribuir a un aumento repentino del nivel del agua, incrementando el riesgo de inundaciones en varias localidades.
