La Defensoría del Pueblo, durante cuatro días, verificó las críticas condiciones que enfrentan 1.013 mujeres, a quienes
también se les brindó la atención institucional respectiva.
“Evidenciamos insuficiencia de medicamentos para los tratamientos de pacientes crónicas, no se realizan valoraciones médicas en proporción necesaria para el número de internas del Centro Penitenciarios, ni cirugías pendientes, incluso, algunas mujeres llevan esperando más de un año para poder recibir los procedimientos, esto por la falta de dragoniantes disponibles para el traslado de las internas a los centros médicos”, dijo el Defensor del Pueblo, Carlos Camargo.
Lo que pasa en la cárcel de mujeres de Jamundí, Valle del Cauca, puede estar sucediendo en muchas otras cárceles,