En el curso de la investigación encontraron cuerpos de cinco animales, que estaban en precarias condiciones, con cortaduras y signos de manipulación
Al veterinario Julio César Morales y a su auxiliar Nathalia Ximena Hurtado Ortega los judicializaron por maltrato animal. Al parecer sacrificaban perros en condición de calle para dictar capacitaciones sobre cirugías en animales.
Los hechos ocurrieron durante el 27 y el 29 de enero del año en curso, en Alcalá (Valle de Cauca). Al parecer, el médico veterinario contrató una camioneta para recoger perros que permanecían en el parque municipal.
Según el relato de una fiscal del Grupo Especial para la Lucha contra el Maltrato Animal (Gelma), simulaban jornadas de vacunación, desparasitación y adopción.
Según las autoridades, los caninos eran trasladados al consultorio y allí, presuntamente, los usaban para prácticas de procedimientos quirúrgicos en tejidos blandos.
Varios asistentes indicaron que les habrían informado que estos animales, utilizados en la capacitación, habían fallecido por diferentes motivos clínicos.
La ciudadanía y los grupos de animalistas, al desconocer el paradero de los caninos, iniciaron la búsqueda en inmediaciones de la población. Asimismo, consultaron al veterinario y a la auxiliar, quienes negaron tener información al respecto.
Sin embargo, la personas que recogieron los animales se acercaron a la Policía Nacional. Confesaron que los habían contratado para mover los caninos en un carro y mostraron mensajes en los que la auxiliar pedía no hablar sobre el tema.
El 29 de enero, las autoridades recibieron un llamado ciudadano que daba cuenta de animales muertos en la vereda Mesa Baja. Justo en la vía que comunica a Quimbaya (Quindío) con Alcalá (Valle del Cauca).
En el lugar hallaron los cuerpos de cinco perros. Estaban rasurados y amarrados con guantes quirúrgicos y cinta de enmascarar. Además, tenían cortaduras y algodón en distintos orificios.
