Autoridades investigan la participación de más personas. Después de su muerte, terceros habrían manipulado sus redes sociales y borraron sus fotos

Fue un acto brutal. Demencial. El feminicida de Sarai Colmenares se ensañó de una manera demoníaca. La niña pasó 5 días en medicina legal hasta que fue identificada. Tenía fractura de tabique, signos de que la habían asfixiado, ruptura en otros huesos y laceraciones en la vagina y el recto.

Del análisis de las autoridades se dieron a conocer otros detalles de la violencia que sufrió la víctima. Por ejemplo, tenía marcas provocadas por quemaduras en sus partes íntimas y su cuerpo estaba cubierto con café y azúcar.

Hasta el momento, lo único que se ha hecho público fue la captura de Jairo David Latorre Muñoz. El hombre de 28 años y estudiante universitario había arrendado una habitación, en diciembre de 2021, en un inmueble de Santa Rosa de Cabal, departamento de Risaralda. El mismo lugar dónde fue hallado el cuerpo de la menor de 12 años.

Van casi cuatro meses, desde el 24 de enero de este año, cuando las autoridades anunciaron el terrible asesinato. Pero la investigación no solo está enfocada en el feminicidio y tortura. Este último sería una nueva imputación de cargos para el presunto feminicida. Al parecer, a la niña la estaban explotando sexualmente.

Testigos indicaron que la menor frecuentaba el parque Bolívar de la ciudad de Pereira. El mismo lugar donde diariamente mujeres se prostituyen. Además, la niña tenía cuentas en redes sociales con el nombre de Alejandra Ramírez, en las cuales, presuntamente publicaba contenido con insinuación sexual.

De los padres de la víctima poco se sabe. El papá la reconoció en medicina legal. La mamá habría declarado que no sabía de ella desde el 20 de enero, cuatro días antes del hallazgo. Sin embargo, nunca denunció su desaparición.

Fuentes asociadas organismos defensores de los derechos de la mujer, en el departamento de Risaralda, informaron que, al parecer, la madre de la menor era trabajadora sexual.

Jairo David Latorre negó los cargos durante la imputación. Aún no hay fecha para una próxima audiencia, aunque los investigadores de la fiscalía continúan recaudando datos para identificar a los supuestos explotadores sexuales.

Sarai Colmenares era una niña que había llegado a Colombia junto a su familia como migrante, producto de la crisis que vive el hermano país. Según, no estaba inscrita en ningún colegio. La fiscalía trabaja en la identificación de otras dos personas que estarían involucradas en este hecho.

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