El pasado 14 de marzo la alcaldía de Pereira emitió una orden de demolición de la casa propiedad de una familia por peligro de ruina
Presuntamente víctima de un falso positivo, Carlos Andrés Sánchez Guerrero vive una difícil situación. Todo desde que la pasada semana el Ministro de Defensa anunció la demolición de una vivienda, propiedad de su familia, porque según era una “olla”.
Según la policía, éste bien, desde hace varios años, servía de escondite para el consumo y venta de estupefacientes. En los últimos días, algunas personas se acercaron hasta la casa de Carlos Andrés para amenazarlo. Supuestamente, en el mismo lugar donde hasta hace poco vivió su abuela, funcionaba un expendio de drogas.
AMENAZAS
“Aquí vino gente a preguntarnos porque estamos vendiendo vicio sin permiso”, dijo el afectado. Comentó que entre los vecinos convencieron a los que fueron a preguntar de que allí no existía ninguna olla, tal como habían anunciado las autoridades.
El pasado viernes, en un evento público, el ministro Diego Molano dijo que este tipo de “ollas” alimentaban las arcas de organizaciones criminales como “Cordillera”. A la que le declaró la guerra durante el evento.
Carlos Andrés dijo no saber quiénes son las personas que fueron a investigar sobre la supuesta venta de estupefacientes. En este sector, la banda mencionada por el Ministro, es quien controla la venta de drogas.
SE SIENTE ACOSADO
Sánchez Guerrero señaló que desde que anunció el caso en medios de comunicación se siente “acosado” por uniformados de la Policía Metropolitana.
El día de la entrevista con este medio, cuatro vehículos diferentes, uno de ellos particular, y con funcionarios uniformados, vigilaba la zona.
“Nosotros le habíamos solicitado a esta Alcaldía (Pereira) y a la administración anterior, ayuda para reparar la casa. Mi abuela vivía aquí, pero nunca recibimos respuestas”, contó.
Agregó que el pasado jueves 17 de marzo, unos uniformados de la Policía fueron hasta la vivienda y le pidieron permiso a su papá para hacer unas grabaciones dentro del inmueble.
“Pensábamos que era para las ayudas, pero no fue así. Metieron gente para que consumieran vicio y los grabaron. Ese fue el video que presentaron”, dijo Carlos Andrés.
Molano explicó que el edificio, desde hace 10 años, las mafias se lo habían arrebatado a los dueños. Sin embargo, algunos vecinos aseguraron que hace menos de un mes la abuela de Carlos Andrés todavía habitaba el lugar.
“Ella era muy brava, no dejaba pasar a nadie. Los que consumían se sentaban en la puerta en las noches, porque por todo esto hay viciosos que buscan las partes más oscuras”, relató Estrella, una vecina.
NUCA FUE UNA “OLLA”
La familia propietaria del inmueble dijo que tienen varios documentos que soportan que el edificio nunca ha servido al microtráfico. Además, la alcaldía el 14 de este mes les entregó una carta en la que informaba sobre la demolición de la vivienda por peligro de ruina.
Según Carlos Andrés jamás hubo extinción de dominio ni les presentaron soportes de las investigaciones de que allí funcionaba una olla, mucho menos hubo capturas por los supuestos vendedores de droga.
