Dairo Antonio Úsuga David era el objetivo de máximo valor para el Estado colombiano
Alias ‘Otoniel’ nació hace 50 años en Antioquia. Comenzó su trayectoria criminal 34 años atrás, cuando tenía 16, en la desaparecida guerrilla del Ejército Popular de Liberación.
Como integrante de esa agrupación armada, adquirió experiencia en el manejo de armamento y estructuras criminales.
En poco tiempo pasó a liderar una red dedicada al narcotráfico, la minería ilícita, la extorsión y el contrabando.
A los 19 años se sometió al proceso de desmovilización de esa guerrilla al lado de 3.000 integrantes.
EL CAMBIO A LAS AUC
Otoniel decidió seguir delinquiendo como miembro de las también desaparecidas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Con el tiempo pasó a desempeñarse como uno de los cabecillas del ‘Bloque Centauros’, en los Llanos Orientales.
Al lado de su hermano Juan de Dios Úsuga David, alias ‘Giovanny’, se convirtió en principal lugarteniente del narcotraficante Daniel Rendón Herrera o ‘Don Mario’.
Su vida se llenó de excentricidades, lujos y mujeres y tras el proceso de desmovilización de las AUC, en 2005, los hermanos Úsuga continuaron delinquiendo.
EL ASCENSO
Luego de la captura del capo ‘Don Mario’, en abril de 2009 en Necoclí (Antioquia), ‘Giovanny’ y ‘Otoniel’ heredaron el control.
El andamiaje criminal, estructural y financiero del ‘Clan del Golfo’ quedó bajo su control.
Hombres armados, redes urbanas, centros de acopio, rutas del narcotráfico y múltiples muebles e inmuebles le sirvieron por más de una década.
LA CONSOLIDACIÓN
Así empezó a extender sus tentáculos en varias regiones del país y a consolidar una organización criminal nutrida con dineros del narcotráfico.
Al lado de su hermano, quien asumió el liderazgo, ‘Otoniel’ se convirtió en objetivo para las autoridades colombianas y de los Estados Unidos.
Hasta $5 millones de dólares de recompensa por información que condujera a su captura llegó a ofrecer el gobierno estadounidense. En Colombia se ofrecía una recompensa de hasta $3.000 millones de pesos.
GRANDES GOLPES
En 2012, tras la muerte de ‘Giovanny’ en desarrollo de un operativo policial, Dairo Antonio Úsuga pasó a ser el máximo cabecilla del Grupo Armado.
Así le dio continuidad al clan mafioso que ante las capturas o neutralizaciones de sus cabecillas intentaron recomponer sus líneas de control criminal.
Los enlaces con redes internacionales lograron fortalecer la organización. Alexánder Montoya Úsuga, su primo, conocido como ‘El flaco Montoya’, estaba encargado de enviar droga hacia Centroamérica y los Estados Unidos.
CLAN FAMILIAR
Varios de sus familiares terminaron capturados, como su compañera sentimental ‘La Flaca’, encargada de sostener una red de lavado de activos y testaferrato.
Su sobrino ‘Orejas’, encargado del tráfico de droga desde el Urabá chocoano hacia Centroamérica; sus hermanos ‘Chengo’ y ‘La Negra’, su cuñada ‘La Jefa’ y sus primos ‘07’ y ‘La Zarca’, entre otros, todos vinculados al clan.
Su primo, Alexánder Montoya Úsuga, alias ‘El Flaco’, fue extraditado en agosto pasado hacia los Estados Unidos.
Del mismo modo, las acciones contundentes de la Fuerza Pública permitieron la neutralización de cabecillas como ‘Gavilán’. ‘El Indio’, ‘Inglaterra’, ‘Culo de Toro’, ‘Pablito’, ‘Ramiro Bigotes’, ‘Guagua’, ‘Cobra 5’, ‘Pueblo’ y ‘Marihuano’.
Este último era el segundo cabecilla de la agrupación criminal, abatido en el pasado mes de febrero.
DELITOS
A ‘Otoniel’ le figuran 128 órdenes de captura por distintos delitos como narcotráfico, extorsión, homicidio y desplazamiento forzado.
También por tráfico de armas, conformación de grupos armados, concierto para delinquir y delitos de lesa humanidad.
Asimismo, tiene vigentes siete sentencias condenatorias y ocho medidas de aseguramiento.
En su contra hay dos circulares rojas y una azul de INTERPOL y solicitud de extradición emitida por una corte de los Estados Unidos.
Labores de inteligencia señalan a Otoniel de direccionar alianzas delictivas con estructuras del crimen organizado residual y con algunos integrantes del ELN.