La comunidad de este municipio entregó un video en el cual, la presunta víctima habría sido sometida a episodios de maltrato

La muerte del menor indígena Wílmar Nequirucama, en el municipio de Mistrató, es todo un misterio que apenas comienzan a investigar las autoridades judiciales.

Esta semana llegó un video a la redacción de Noticias UNOA. En él se ve a un grupo de nueve indígenas, cinco mujeres y cuatro hombres, torturando al menor.

No se tiene conocimiento de cuándo habría sido grabado el video. Lo que sí muestra es la brutalidad con la que era tratado, ya que presuntamente era un joven especial.

Amarrado a un cepo. El artilugio compuesto por dos troncos de madera que sirven para sujetar el pie del castigado. Mientras un grupo de inquisidores ancestrales lo castigan con ramas.

“Berbenazos” van y vienen en contra del menor. Al menos 100 fuetazos tuvo que aguantar Wílmar Nequirucama durante el castigo. Varios en la espalda, en los glúteos y hasta en la cara.

Incluso la humillación de que otro joven le sujetara su ropa interior mientras lo golpeaban. El momento más difícil fue cuando llegó la octava castigadora, que le propinó varios golpes en el rostro. Eso desató el llanto del menor entre murmuros casi inentendibles.

El video, al parecer, fue grabado en la vereda Alto Mira, ubicada en Pueblo Rico, donde el menor vivía con su familia.

Noticias UNOA consultó con la Fiscalía, seccional Risaralda. Desde la oficina de prensa señalaron que apenas inició la investigación para establecer cuándo falleció el menor de edad y las posibles causas.

El gobernador indígena del resguardo unificado de Mistrató, José Manuel Sucre Guasirucama, condenó el video y el maltrato a este joven de 16 años.

Pese a que las comunidades indígenas se rigen a través de sus propias leyes. Sucre Guasirucama señaló que dentro de su resguardo no se autoriza que los menores de edad sean castigados de esa manera”.

“Nosotros no aprobamos ese tipo de conductas ni de castigo para los niños ni adultos. Si alguien debe ser enviado al cepo, se le debe garantizar la alimentación y hasta las visitas al baño”, dijo.

El pasado mes de marzo, el Congreso de la República aprobó el último debate de un proyecto de ley para reformar el artículo 262 del Código Civil Colombiano. Aquí definitivamente quedaron prohibidos los castigos físicos contra menores: correazos, bofetadas o ‘chancletazos’.


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