El Jefe de Estado oficializó este martes la adopción del «salario mínimo vital» como criterio para fijar el salario mínimo legal mensual vigente en Colombia, un cambio histórico en la política salarial del país que busca garantizar ingresos suficientes para cubrir las necesidades básicas de una familia trabajadora.
La decisión quedó en firme mediante decreto presidencial que se dará a conocer entre el 29 y 30 de diciembre, luego de que no se alcanzara un acuerdo en la mesa de concertación entre empresarios y centrales obreras.
A diferencia del salario mínimo tradicional, que se calcula principalmente con base en inflación y productividad, el salario mínimo vital incorpora el costo real de la canasta básica familiar, incluyendo alimentación, vivienda, transporte, salud, educación y servicios públicos.
El Gobierno reiteró que el salario debe entenderse como un ingreso de carácter familiar y no individual, en línea con principios constitucionales y recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Este ingreso mensual se convertirá en el principal sustento económico de la mayor parte de la población ocupada en Colombia, teniendo en cuenta que más del 40 % de los trabajadores formales devengan hasta un salario mínimo legal vigente. Con el ajuste bajo el enfoque de salario mínimo vital, el nuevo monto impactaría directamente a millones de hogares que dependen de este ingreso para cubrir gastos básicos como alimentación, arriendo, transporte y servicios públicos.
