Las autoridades ambientales y de salud de Pereira encendieron las alarmas tras conocerse que algunos habitantes de calle estarían consumiendo caracol africano gigante como alimento improvisado, una práctica extremadamente peligrosa para la salud humana.
La CARDER confirmó que la presencia del Achatina fulica ha aumentado en sectores del centro, barrios cercanos a quebradas y zonas con humedad. De acuerdo con la entidad, este caracol es considerado una de las especies invasoras más dañinas del mundo y puede portar patógenos capaces de causar meningitis eosinofílica, angiostrongiliasis abdominal, además de infecciones graves por Salmonella, E. coli y otros parásitos intestinales.
El riesgo no solo está en comerlo: manipularlo sin protección también puede transmitir enfermedades, ya que las secreciones del molusco pueden quedar en la piel y entrar al organismo mediante contacto con la boca o alimentos.
La CARDER reiteró que este caracol no es apto para consumo humano y que tampoco está asociado a ningún restaurante formal de la ciudad: el consumo detectado se ha dado exclusivamente entre personas en condición de calle.
Las autoridades reforzaron operativos de control, encargada de recolectar, identificar y eliminar adecuadamente la especie. Se insiste en que la ciudadanía no debe tocarlo directamente y, si lo encuentra en su hogar o vecindario, se recomienda usar sal o cal para eliminarlo y depositarlo en una bolsa bien sellada.





