Una operación de las autoridades dejó nueve personas capturadas que harían parte de una red internacional de trata de personas con fines de explotación sexual. La organización utilizaba una agencia de viajes en Pereira para tramitar documentos y coordinar la salida del país de sus víctimas, principalmente con destino a países de Europa del Este.
El caso fue revelado durante una audiencia judicial en la que los implicados fueron presentados ante un juez de control de garantías. Según las investigaciones, las víctimas eran captadas en los departamentos de Valle del Cauca y Antioquia, bajo falsas promesas de empleo en el exterior.
Una vez aceptaban la propuesta, la agencia de viajes —aparentemente legal— gestionaba sus documentos y tiquetes. Al llegar a destinos como Malta, Croacia, Montenegro y Albania, las mujeres eran despojadas de su libertad y obligadas a ejercer la prostitución.
Las víctimas quedaban atadas a la red criminal mediante millonarias deudas impuestas arbitrariamente, supuestamente por los gastos del viaje. Estas obligaciones eran utilizadas como excusa para forzarlas a trabajos sexuales y labores domésticas bajo condiciones de explotación.
A los capturados se les imputaron los delitos de concierto para delinquir y trata de personas, y en algunos casos, también por porte ilegal de armas de fuego y municiones. Las autoridades continúan con las investigaciones para identificar a otros posibles involucrados, así como a más víctimas de esta red.
