Este lunes se cumple el quinto día consecutivo del bloqueo en la vía que conecta Risaralda con el Chocó, llevado a cabo por grupos indígenas y afrodescendientes. Los manifestantes exigen la presencia inmediata del gobierno nacional en la región, así como soluciones a los problemas que enfrentan con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).
Los líderes de la protesta han señalado que la falta de respuesta por parte de las autoridades ha empeorado las condiciones de vida de las comunidades, lo que ha llevado a la paralización de esta importante arteria vial como medida de presión.
El bloqueo está causando serias pérdidas económicas en el sector transportador, que enfrenta dificultades para mover las mercancías. Los camiones de carga no han podido transitar, lo que está afectando el abastecimiento de productos entre Risaralda y el Chocó, con el riesgo de generar desabastecimientos en algunas zonas.
Aunque el viernes la vía se abrió brevemente durante la noche, el paso fue nuevamente cerrado por los manifestantes. El domingo, tras varios enfrentamientos entre los transportadores y los bloqueadores, se permitió la circulación por tres horas, pero la situación sigue siendo incierta. Mientras tanto, los bloqueos continúan como forma de presión, y los manifestantes han dejado claro que no se levantará la protesta hasta que el gobierno nacional se comprometa a intervenir en la zona.





