Una menor indígena fue víctima de un brutal castigo por su familia en zona rural de Pueblo Rico, Risaralda. La joven fue amarrada de las manos y colgada con una soga golpeada con palos.
El caso a despertado la indignación de diferentes entidades del orden local y nacional.
El propio gobernador de Risaralda pidió una investigación judicial en contra de los agresores.

La joven de aproximadamente 17 años fue amarrada y colgada y luego fue atada por varios hombres que le propinaron una golpiza con palos.
La víctima incluso perdió la conciencia en medio de la brutal agresión.
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