“Vampiros de la salud”, “asesinos”; así se refirió el presidente de la República, Gustavo Petro, luego del hallazgo por parte de la Superintendencia de Salud de más de 120 mil cajas de insulina en una bodega en Bogotá, perteneciente a Audifarma.
El mandatario aseguró que el objetivo del acaparamiento era evitar que el medicamento estuviera en circulación y causar pánico entre los pacientes por supuesta escasez de medicamentos.
El presidente señaló a varias empresas y congresistas, asegurando que, incluso, buscaban gestar un golpe de estado.
En el informe de la Supersalud se calificó de desconcertante que, pese a tener más de 120 mil unidades de este medicamento, los pacientes sigan teniendo en sus fórmulas un «pendiente» por la supuesta escasez de insulina.
En el proceso de auditoría también fueron hallados otros 21 medicamentos, supuestamente agotados, con pendientes en las fórmulas médicas de los pacientes.
La superintendencia dio un plazo de 48 horas para que los medicamentos sean distribuidos en todo el país.
