La ciudad de Dosquebradas se encuentra en un momento de intenso debate sobre varios temas que han generado preocupación entre la comunidad y las autoridades.
En primer lugar, la problemática de los piques ilegales ha vuelto a tomar protagonismo.
Estas carreras clandestinas de vehículos representan un riesgo para la seguridad de los participantes y demás usuarios de la vía, además de generar ruido molesto y alterar el orden público. El Concejo Municipal ha discutido la necesidad de implementar medidas más severas para combatir esta práctica, como multas más altas, inmovilización de vehículos y sanciones penales.
En segundo lugar, el decreto 824, expedido por la alcaldía en 2023, ha generado controversia.
Este decreto busca regular el uso del espacio público y controlar el ruido en la ciudad, pero ha sido criticado por algunos sectores que consideran que restringe demasiado las actividades comerciales y de ocio. El Concejo Municipal ha debatido sobre la posibilidad de modificar o revocar este decreto, buscando un equilibrio entre la necesidad de controlar el ruido y el derecho al libre desarrollo de las actividades económicas y sociales.
Finalmente, el control político en el Concejo Municipal ha cobrado relevancia en este contexto.
Los concejales han ejercido su función de vigilar la gestión del alcalde y la administración municipal, cuestionando las acciones tomadas en relación con los piques ilegales y el decreto 824. Es importante que el Concejo Municipal continúe ejerciendo su función de control político de manera responsable y transparente, para garantizar el buen funcionamiento de la administración municipal y el bienestar de la comunidad.
Este debate refleja la complejidad de los desafíos que enfrenta Dosquebradas y la necesidad de encontrar soluciones consensuadas que beneficien a toda la comunidad. Es importante que las autoridades, los concejales y la ciudadanía trabajen en conjunto para encontrar soluciones efectivas a estos problemas.