La Defensoría del Pueblo emitió emitió el documento 034 de 2022 para los municipios del Alto, Medio y Bajo Baudó
El riesgo para los habitantes estaría determinado por el control que ejercen las AGC en las comunidades étnicas que habitan la subregión del Pacífico Sur.
Según el informe, el ELN se ha replegado, producto de las constantes incursiones y enfrentamientos sostenidos con las Autodefensas. La mayoría de las pugnas han tenido como escenario las cabeceras de los ríos Baudó, Purricha, Docampadó, Misará y Dubasa.
El interés es el retomar el control e influencia que ejercieron sobre todo en los municipios de Alto y Bajo Baudó.
La Defensoría asegura que el territorio resulta estratégico para los grupos armados ilegales dada la posibilidad de comunicar el norte del departamento del Valle del Cauca.
Estaría en disputa el cañón de Las Garrapatas, la subregión chocoana del San Juan y el Océano Pacífico.
“Esta zona configura un importante corredor de movilidad, abastecimiento y explotación de actividades ilegales”, dijo el Defensor del Pueblo, Carlos Camargo.
Asimismo, aseguró que los factores de amenaza y conductas vulneratorias para la población se ven traducidas en desplazamientos masivos, individuales y confinamientos.
“Hay mayor riesgo para la población civil por la expansión de las AGC hacia comunidades étnicas situadas en la zona rural de los municipios del Alto Baudó y Bajo Baudó. El objetivo es controlar las zonas que eran del dominio del ELN”, agregó.
Según la información del Sistema de Alertas Tempranas (SAT) de la Defensoría del Pueblo, preocupan los señalamientos, estigmatización y amenazas contra de familiares de personas a las cuales se les sindica de ser colaboradores de los actores armados en disputa.
De la misma forma, se advierten restricciones a la movilidad, lo cual implica limitación de las actividades necesarias para la subsistencia de las comunidades étnicas.
