Se investiga si algunas de las armas incautadas fueron utilizadas en la masacre
La operación denominada San Martín de Tours representa un golpe contundente a la estructura residual ‘Comando Coordinador de Occidente’. La organización multicrimen sería la autora del homicidio de los siete policías en la localidad de San Luis, Neiva, el pasado 2 de septiembre.
En la operación se halló un fusil de francotirador de alta precisión con alcance de un kilómetro.
El mayor general Henry Sanabria, director general de la Policía Nacional, dijo que investigan si algunas de estas armas fueron utilizadas en la masacre.
La Dirección de Investigación Criminal e Interpol (DIJIN) desplegó la Operación con el fin de afectar la logística armamentista del ‘Dagoberto Ramos’. Se hallaron 14 fusiles, dos rifles, 16 proveedores, munición calibre 30 y una escopeta Mossberg.
El procedimiento, realizado en zona rural de Santander de Quilichao (Cauca), bloqueó un nuevo ataque contra la fuerza pública. Según, la ‘Columna Móvil Dagoberto Ramos’ de las disidencias de las FARC trabajaba en un nuevo acto terrorista.
El material bélico lo hallaron dentro de unas canecas plásticas bajo tierra. El inmueble estaba ubicado en la vereda Mandiva, a tres kilómetros del casco urbano de Neiva.
El descubrimiento de este arsenal fue posible gracias a labores de investigación. Las pistas apuntaban a la existencia de un inmueble que estaría siendo utilizado para ocultar las armas.
El Grupo Armado Organizado Residual, Dagoberto Ramos, hace parte de la organización ‘Comando Coordinador de Occidente’. Se cree que actúa criminalmente con siete estructuras más y una subestructura en el Cauca, Valle del Cauca y Huila, desde donde presuntamente se ordenó el ataque.
La policía dijo que esta incautación representa un importante golpe a las finanzas y la logística armamentista de la organización. Las armas suman unos 250 millones de pesos.
