Según cifras de la corporación Mimbre, las personas desaparecidas corresponden al registro que se hizo entre 1985 y 2016

La mayoría de las víctimas de desaparición son militantes políticos. Autoridades indígenas. Sindicalistas. Maestros. Líderes Campesinos y defensores de los derechos humanos.

Estas fueron las conclusiones de la Corporación Mimbre, una de las que colaboró con la elaboración del informe de la Comisión de la Verdad.

Según estudios, a los grupos paramilitares se les atribuye entre el 48% y el 55% de las víctimas de desaparición en Risaralda.  

Entre las principales causas están la propagación del terror para afectar el tejido social, afectar los liderazgos sociales, comunitarios y políticos.

Incluso, ejercer una violencia ejemplarizante para controlar a la población e imponer un orden social específico. Todo esto bajo la estrategia de dificultar la localización de los cuerpos de las víctimas.

Para los que han analizado los casos de desaparición forzada en el país, la práctica tiene un fuerte componente de aniquilación. Incluso, hasta de exterminio social a través de la estigmatización y la persecución política.

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