De los 33 uniformados que han muerto este año en Colombia, 25 de ellos murieron a manos del Clan del Golfo. Los últimos días han hecho recordar a la peor época del cartel de Medellín y al narcotráfico Pablo Escobar.
De los 25 policías asesinados por el Clan del Golfo, 18 de ellos murieron en cumplimiento de su servicio y 7 en condición de descanso.
“Han sido acciones cobardes por parte de un grupo de narcotraficantes”, dijo el general Jorge Luis Vargas, director de la Policía Nacional.
En lo que respecta al mes de julio, ese grupo armado organizado ha provocado la muerte de 12 policías, principalmente en los departamentos de Antioquia y Córdoba.
El Director de la Policía la Policía exhortó a los colombianos a rodear a quienes, en medio del “plan pistola” del Clan del Golfo, patrullan las calles para velar por la seguridad.
Afirmó el general Vargas que para la Institución no hay duda sobre la condición criminal del Clan del Golfo. “Solamente cabe la persecución y el sometimiento a la justicia por la actuación de la ley”, dijo.
El general Vargas expresó su solidaridad y la de toda la Institución con las familias de los policías asesinados.
Entre los más recientes casos está el de la patrullera Luisa Fernanda Zuleta, víctima del ataque del fin de semana en Yarumal, Antioquia.
“A nuestros policías no los están cazando. Les pusieron precio otra vez”, dijo el padre de uno de los policías asesinados en los últimos días.
Según la investigación policial, entre uno y dos millones estarían pagando el Clan del Golfo por cada uniformado muerto.