La paciente, que además, necesitaba varios puntos de sutura, era VIH positivo. Empleados del centro de salud están preocupados
Lo que le tocó vivir al personal de la salud del Hospital de Kennedy el pasado primero de enero fue de terror. A un auxiliar de enfermería le dieron una patada en la cara y un guardia de seguridad se encuentra en observación.
La agresora fue una mujer joven, paciente que había ingresado al área de urgencias con varias heridas de arma blanca y cortadas producidas por botellas. Además, presuntamente bajo los efectos del alcohol y drogas.
“Tenemos un área de procedimientos y nos tocó llevarla hasta allá para suturar y parar el sangrado. Debido a la inestabilidad, el médico pidió inmovilizarla y ahí se produjo la agresión”, contó Juan Carlos Rentería, el auxiliar de enfermería agredido.
Mientras el hombre intentaba sujetarla para ponerle uno de los brazaletes, la mujer comenzó a lanzar patadas y una de estas impactó justo en la zona del oído.
“El dolor, hasta hoy, ha sido muy intenso”, dijo. Aunque no hubo daño en los tímpanos, la peor parte se produjo unos segundos después. La mujer gritaba desesperada que era VIH positivo y que los contagiaría a todos.
“A un guarda de seguridad le cayó sangre en los ojos cuando la mujer discutía en la entrada. Yo me tuve que lavar la cabeza y todo el cuerpo. Cuando le realizamos la prueba sí, dio positivo”, agregó Rentería.
Ahora el agente de seguridad se encuentra en casa, bajo observación médica de su EPS, pero hasta el momento la ARL no ha entregado los retrovirales necesarios para garantizar su estado de salud. Las agresiones a los trabajadores de este centro de salud son muy recurrentes. Así lo informó el gerente de la ESE Salud Pereira, Jorge Iván Duque.
“Ya en la jornada del 31 de diciembre a una médico le dieron un puño en la cara”, contaron algunos trabajadores del hospital.