Alias «La Cucha» y «La Flaca», son dos risaraldenses que se dedicaban a estafar personas mediante la modalidad de falsa encomienda. Las mujeres fueron capturadas gracias a las denuncias instauradas ante el GAULA por varias de sus víctimas.
Las delincuentes, quienes son familiares (madre e hija), delinquían a través de redes sociales, donde suplantaban perfiles de amigos o familiares de sus víctimas y les pedían el favor de recibir una encomienda. Los estafados, al creer que estaban hablando con la persona real aceptaban hacerle el favor y suministraban sus datos personales.
Días después la víctima recibía un mensaje en dónde le hablaban supuestas entidades oficiales, como aerolíneas y policías, informándoles que la encomienda venía con sustancias ilegales o pasaba el peso estipulado y por ello debían pagar unas multas o sino serían judicializados por evasión de impuestos o narcotráfico.
Las victimas manifestaron que en ocasiones les dijeron que llegarían a sus casas a cobrarles y que además les harían daño a ellos y a sus familias. Las mujeres estarían recaudando 100 millones de pesos mensuales aproximadamente actuando con este delito.
Ambas fueron capturadas en vía pública de Bogotá y trasladadas a la cárcel La Badea de Dosquebradas después de que se les imputaran los cargos que no aceptaron.
Además, la investigación arrojó que la nieta y la sobrina de una de las capturadas ya estaban en la cárcel desde julio del año pasado, por el mismo delito.