Estudios, avalados por las autoridades de salud, confirman que la actividad física regular tiene importantes efectos positivos en el cuerpo de las personas y trae consigo grandes beneficios para la salud mental.
La directora del programa de Psicología de Areandina, Jessica Mejía, explica que el vínculo del ejercicio físico con la salud mental genera un aumento de la circulación sanguínea y esto impacta positivamente las zonas del cerebro que controlan las reacciones físicas relacionadas con el estrés, la motivación, el estado de ánimo y la integración de la memoria.
La experta afirma que algunos de los principales neurotransmisores se activan con la actividad física a través de las llamadas ‘hormonas de la felicidad’. Estas son: la serotonina, que eleva la autoestima y confianza, la endorfina que propicia estados de relajación, la oxitocina, que se encarga de equilibrar los vínculos emocionales y afectivos y la dopamina, que es el neurotransmisor del placer por excelencia.
Según Mejía, la actividad física también trae consigo grandes beneficios para los niños y jóvenes, ya que puede aumentar funciones cognitivas, al mejorar la memoria y tiempos de reacción. Lo mismo ocurre en los adultos mayores, puesto que ayuda a combatir algunas enfermedades generadas por el debilitamiento cerebral como el alzhéimer y la demencia senil.
Estudiosos en la materia, recomiendan realizar actividades físicas que no superen el 80% de la frecuencia cardiaca máxima y actividades como caminar, subir escaleras o saltar cuerda entre otras. También se recomienda el fortalecimiento muscular con ejercicios como sentadillas, abdominales y flexiones de pecho, entre otros.
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