En las últimas horas fue judicializada en Calarcá, Quindío, una mujer que presuntamente vendría vulnerando desde hace varios meses la integridad física y sexual de su propia hija menor de edad, tras ofrecerla a un hombre de 74 años a cambio de sumas de dinero que oscilaban entre $2.000 y $50.000 o alimentos.
La madre de la víctima fue imputada como presunta responsable de los delitos de proxenetismo con menor de edad con circunstancias de agravación punitiva, acto sexual con menor de catorce años, acceso carnal abusivo con menor de 14 años y demanda de explotación sexual comercial de persona menor de 18 años, en calidad de coautora.
Igualmente, el ente acusador imputó en calidad de autor a Libardo de Jesús Giraldo Henao por las mismas conductas, excepto la de proxenetismo, pero con el agravante en el delito de demanda de explotación sexual comercial de persona menor de 18 años.
Las capturas de los procesados se llevaron a cabo en dos barrios de Calarcá el pasado miércoles 13 de mayo por servidores del CTI en conjunto con la Policía y miembros del Batallón Cisneros. Posteriormente, un juez de garantías impuso medida de aseguramiento en centro carcelario contra los imputados, quienes no admitieron su responsabilidad en los hechos.
La explotación sexual
Los supuestos abusos a los que habría sido sometida la niña de 13 años ocurrieron en
julio, agosto y septiembre de 2019.
La Fiscalía conoció el caso por la denuncia interpuesta por el padre de la menor y exesposo de la hoy procesada, quien indicó que durante tres meses su hija fue víctima de tocamientos íntimos en múltiples ocasiones a cambio de dinero y que en septiembre de 2019 el adulto mayor al parecer la accedió carnalmente a cambio de $50.000. Se presume que el dinero fue repartido entre su mamá y sus hermanos.
El ente acusador informó que la progenitora permitía que se realizaran los abusos sexuales, pues era quien llevaba a la niña a la vivienda de Giraldo Henao. Incluso, se conoció que para los hechos registrados en septiembre, habría instruido a su hija para que tuviera relaciones sexuales con el anciano y evitara algún embarazo.
En una valoración hecha por un perito forense de Medicina Legal el 29 de enero de 2020, la menor afirmó que “su mamá la vendía a un viejito y que la mandaba a que él la manoseara a cambio de plata y comida”. También señaló que al principio la mamá no estuvo de acuerdo con los hechos pero que luego accedió.
Según el testimonio de los hermanos de la víctima de 9 y 11 años de edad, quienes conocieron del acceso carnal, confirmaron que el señor le daba su hermana $2.000, $5.000 o $10.000 y también le daba alimentos.