María Plenkina, de 21 años, se separó de su pareja con quien tenía una bebé de tres años de nacida; este fue el motivo que la llevó a irse de fiesta con una amiga durante una semana, a su amiga le dijo que su bebé estaba bajo el cuidado de un familiar.
La pequeña había quedado sola en la casa de la mujer, quien para evitar que sufriera de hambre, le había dejado un poco de agua, cereales y queso en recipientes en el piso para que comiera. Las llaves del agua las había cerrado para evitar que la menor sufriera algún accidente.
La abuela de la pequeña, al no saber nada de su hija por varios días, llegó hasta la vivienda y al entrar encontró el cuerpo de la pequeña desnudo y junto a la basura. Según las primeras investigaciones y, gracias la autopsia de la menor, se determinó que la pequeña había comido detergente.
El caso ocurrió en Rusia y la madre de la menor podría enfrentar la condena de 20 años por la muerte de su hija. La mujer aseguró ante un juez que no quería que la menor muriera y, según ella, fue un accidente.